Los menos numerosos entre los leucocitos son los basófilos y también tienen funciones importantes en el sistema inmune. Aumentan en múltiples procesos patológicos, desde leucemias hasta simples procesos víricos o alérgicos comunes. Sigue leyendo y aprende todos sus detalles.
¿Qué es un basófilo?
Los basófilos son leucocitos (glóbulos blancos) circulantes procedentes de médula ósea. Son células mononucleares con un alto contenido granular, su función en el sistema inmunitario es detectar y destruir el cáncer en etapa temprana y la de reparación de heridas. Son los leucocitos en menor cantidad, representa alrededor del 1% del total de leucocitos, en sus gránulos tienen histamina y otros mediadores que son liberados y participan en el comienzo de las reacciones alérgicas.
Los basófilos generalmente se encuentran en el torrente sanguíneo y solo en ciertas ocasiones como en infecciones parasitarias se acumule en los tejidos (mucosa pulmonar, nasal y piel), una vez ahí liberan las sustancias mediadoras que ponen en funcionamiento el proceso inflamatorio.
Valores normales de los basófilos.
El número total de basófilos en sangre no suele ser elevado y se mantiene así durante toda la vida si no se presentan enfermedades que altere su número.
Los rangos normales entres los que se encuentran se resumen a continuación.
- Hombres: 20 – 200 células/microlitro.
- Mujeres: 20 – 200 células/microlitro.
- Niños: de 10 – 300 células/microlitro.
Basófilos altos.
La basofilia se produce cuando el porcentaje y el número absoluto de basófilos está por encima del nivel superior de referencia.
La basofilia aislada es causa poco común de leucocitosis (aumento del número de células blancas) que puede tener muchas causas asociadas, aunque lo más común es que se produzca por trastornos mieloproliferativos (la mielofibrosis y la policitemia son dos ejemplos típicos).
Cuando en un análisis de sangre los basófilos se sitúan por encima del nivel normal lo habitual es repetir la muestra para confirmar el hallazgo.
Cuando estos valores están altos también puede haber otras causas como infecciones víricas, rinitis, sinusitis, asma, diabetes mellitus, artritis reumatoide, anemia, leucemia, enfermedades contagiosas (varicela, sarampión) entre otras.
Los niveles anormales de los basófilos suelen detectarse por casualidad en un hemograma completo realizado por otras causas.
Para “bajar los basófilos” primero se debe determinar la causa de su aumento y en base a ese diagnóstico iniciar un tratamiento dirigido a la causa de la basofilia, no a la basofilia como tal.
Basófilos bajos.
La basopenia se produce cuando sus niveles están bajos. Es una condición rara que solo se da cuando la médula ósea disminuye la producción de leucocitos.
Pero un número bajo de estas células no suele representar algo significativo ya que al ser los leucocitos menos numerosos se necesita de un recuento muy específico para detectarlos.
Puede haber varias causas de basopenia. Entre las más comunes están: la tirotoxicosis, reacciones de hipersensibilidad aguda, ciertas infecciones, tratamientos con heparina de forma prolongada, ovulación o embarazo, entre otros.
Suele ser muy complicado valorar esta condición ya que, como hemos explicado previamente, en una analítica de sangres es común que no se detecten y se da por entendido que los niveles aproximados a 0 son normales. Pero si estos resultados se presentan de forma recurrente se le debe prestar atención ya que puede estar asociado con una eosinopenia.