Bienvenido a la web con la información más completa sobre el hemoleucograma. Información accesible y especializada sobre cada uno de los componentes celulares de la sangre y muchos más detalles.
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¿Qué es un hemograma?
Un hemograma, conteo sanguíneo o hemoleucograma (HLG), es un grupo de pruebas que se realizan a partir de una muestra de sangre con el fin de evaluar diferentes parámetros de las células sanguíneas.
Para realizarlo se emplean máquinas especializadas y automatizadas que generalmente ofrecen resultados rápidos, en algunos minuto y se encargan de medir la concentración de glóbulos rojos (RBC), glóbulos blancos (WBC), hemoglobina (Hb), hematocrito (Hct), volumen celular medio (MCV), hemoglobina celular media (MCH), concentración de hemoglobina celular media (MCHC) y recuento de plaquetas.
¿Para qué se hace un hemoleucograma?
El hemograma es un procedimiento seguro con un porcentaje de riesgo mínimo, apto para bebés, niños y adultos y que permite evaluar de una forma general el estado de salud de las personas en algunos aspectos particulares relacionados con los componentes celulares de la sangre. La prueba puede ser emitida por un médico como chequeo de rutina, como seguimiento a un tratamiento o como evaluación para diagnosticar una enfermedad según los síntomas presentados por el paciente.
Realizarse la prueba regularmente permite tener un control de las enfermedades. Los trastornos que afectan la sangre exigen una inspección continua de las células sanguíneas, esto con el fin de que el médico tenga un control de la enfermedad y de los cambios que puedan presentarse para dar un oportuno y debido tratamiento.
El hemograma también puede ser utilizado para supervisar un tratamiento médico. Algunos medicamentos pueden alterar el recuento de las células sanguíneas y el control a través de un hemograma es uno de las herramientas básicas de las que disponen los médicos para hacer un control y seguimiento adecuados, con lo que pueden realizarse los cambios oportunos y necesarios de forma más temprana.
¿Cómo se hace un conteo sanguíneo completo (CSC)?
En la mayoría de los casos se obtiene una muestra sanguínea a través de la punción de una de las venas de la zona de la fosa cubital (la unión entre el brazo y el antebrazo) ya que tienen una buena dimensión y son poco sensibles. Pero la muestra puede tomarse en cualquier vena que esté accesible. En algunos casos especiales, con dificultades particulares, se puede usar un ecógrafo para identificar las venas que están un poco más profundas (pero estos casos son poco habituales).
Luego de identificar la zona donde se va a realizar la extracción se procede a su desinfección e inserción de la aguja que debe entrar con el bisel hacia arriba y en un ángulo de 10 a 20 grados, paralela a la dirección de la vena.
En el momento que la aguja llega al lumen de la vena comienza la extracción hasta llenar el tubo de ensayo con el volumen necesario. Al terminar la extracción se retira la aguja, se coloca un algodón sobre la zona de inserción, se marca la muestra y los desechos se descartan en un recipiente apropiado.
Este procedimiento solo se debe hacer por un profesional un de la salud.
¿Como prepararse para la toma de la muestra sanguínea?
Lo importante es prestar atención a las indicaciones del médico o enfermeras. Si la muestra solo va a ser utilizada en el hemograma completo no se requiere de un ayuno previo, pero si además de este se realizarán pruebas adicionales se debe hacer un ayuno de acuerdo a las recomendaciones dadas para no alterar los resultados.
¿Con qué frecuencia se debe realizar el hemograma completo?
El rango de tiempo para realizarse una analítica es variable. A muchas personas se les puede recomendar hacerse un análisis por año si no tienen enfermedades; para quienes ya tienen algún padecimiento se deben realizar las que el médico tratante considere pertinentes para supervisar y controlar la enfermedad.
¿Qué enfermedades se pueden detectar con un hemograma?
En un hemograma se estudia el número de los componentes celulares de la sangre (hematíes, leucocitos, y plaquetas). Así que, las enfermedades que se pueden detectar con esta prueba se relacionan con alteraciones estas células, ya sea de su forma, tamaño o número.
Muchas veces, al solicitarse un HLG al mismo tiempo se hacen otras pruebas que sirven para controlar o detectar enfermedades diferentes, no relacionadas con la sangre, así que aunque muchas veces con sus resultados se detectan otras patologías, en realidad las alteraciones que se diagnostican con esta prueba son muy específicas.
Lo que también puede ocurrir es que con un hemograma se observen signos indirectos de enfermedades subyacentes y esto lleva a ampliar los estudios clínicos.
Algunas de las alteraciones que se pueden detectar con un hemograma son:
- Anemia. Disminución de la hemoglobina y del número de hematíes y se detecta analizando la hemoglobina.
- Leucemias. Se puede sospechar la presencia de leucemias (producción anormal de leucocitos). Lo cual debe ser confirmado posteriormente por medio de otras pruebas y por un especialista en hematología.
- Trombocitopenia y trombocitosis. Niveles anormalmente bajos o altos en el número de plaquetas.
- Cáncer. Algunos tipos de cáncer se pueden sospechar a través de manifestaciones indirectas en el hemograma, pero los tumores malignos no se pueden detectar en sus fases tempranas con este tipo de pruebas.
Con un hemograma no se pueden diagnosticar enfermedades como la diabetes, alteraciones de la función renal, trastornos hepáticos o de los canalículos biliares, para los que existen tests específicos.
¿Cuáles son sus valores normales?
Los valores de referencia para cada una de las células sanguíneas están bien establecidos, aunque pueden haber pequeñas variaciones de un laboratorio a otro. También puede haber diferencias en los resultados en una misma persona si la prueba se repite en días diferentes o incluso en el mismo día, pero estas variaciones no son amplias. También debe tenerse en cuenta las posibles interferencias que pueden presentarse por una toma o conservación inadecuada de la muestra.
Es por esto que los resultados siempre se deben evaluar por un médico en el contexto clínico adecuado y no deben interpretarse únicamente los números.
- Hematíes (glóbulos rojos), que se encargan de transportar el oxígeno. El rango normal está entre 4,2 a 5,9 millones de células por microlitro.
- Leucocitos (glóbulos blancos) que se encargan de combatir las infecciones. El rango normal está entre 4.300 a 10.800 células por microlitro.
- Hemoglobina (Hb). Una proteína que se halla en los glóbulos rojos y transporta oxígeno a través del cuerpo. Este resultado puede variar en las personas adultas, pero en general es para hombres 13,8 a 17,2 gramos por decilitro (g/dL) y para la mujeres 12,1 a 15,1 g/dL.
- Hematocrito. La relación de volumen de la sangre ocupado por los glóbulos rojos, en relación al ocupado por la sangre total. Los rangos pueden variar, pero en general son para hombres de 40,7% a 50,2% y en mujeres de 36,1% a 44,2%
- Volumen celular medio es un parámetro que mide la media del volumen individual de los glóbulos rojos. El rango normal puede estar entre 80 y 100 femtolitros.
- Hemoglobina celular media. La cantidad de hemoglobina contenida en un glóbulo rojo. El rango normal está en 27 – 32 picogramos.
- Concentración de Hemoglobina Corpuscular Media. relaciona la cantidad de hemoglobina en cada glóbulo rojo. El rango normal es de 32% – 36%.
- Plaquetas. Hacen parte del sistema de coagulación sanguínea. El rango normal de plaquetas en la sangre es de 150.000 – 450.000 por microlitro.
Conclusión
El hemograma es un análisis clínico que te permite verificar, por medio de una muestra de sangre, una parte del estado de salud de tu cuerpo. No solo ayuda a controlar y supervisar algunas enfermedades que se padecen sino que también ayuda en la prevención y detección de muchas de ellas de forma temprana.